64 Partos

Las mujeres no tenían ninguna atención durante el embarazo y en el parto solía ayudar una mujer de Gendulain. Siempre estaba presente el médico, al que había que ir a buscar en caballería a Esparza. Recuerda José Miguel como de críos iban a escuchar los gritos de la parturienta como un entretenimiento. Las mujeres no podían volver a entrar a la iglesia hasta que no se purificaran por haber cometido un acto impuro. No iban tampoco a los bautizos, que se solían celebrar a los dos días y en donde se lanzaban almendras y galletas para los niños.


 

secuencias de José Miguel Lasterra Huarte